domingo, 23 de agosto de 2020

 

Primer día de la Jornada Digital Cuautitlán

Por: Mónica Rubalcava

Con una audiencia de aproximadamente 129 participantes se inició la Jornada Digital, mientras se esperaba que los jóvenes se conectaran un chico llamado Luis King interpretó a ritmo de rap canciones de su autoría, animosos e incluso bailando todos los jóvenes estaban ansiosos de que la Jornada Digital diera inicio formalmente.

Y así se comenzó con una oración presidida por un chico quien con devoción se dirigió a Dios y a la Virgen poniendo la Jornada en sus manos.

La audiencia fue dividida en salas de escucha en donde un moderador preguntó de manera individual a los participantes de dicha sala sobre un cuestionario, el cual habían respondido con antelación; todos los participantes dieron su punto de vista muy particular y compartieron sus respuestas con los demás.

Dicho cuestionario constaba de cinco preguntas las cuales giraban en torno a una sola palabra: “deshumanización”. Las preguntas eran las siguientes:

1.       En la Iglesia, ¿te sientes reconocido y valorado como persona?

2.       En este tiempo, ¿Te encontraste a ti mismo? ¿Aceptaste el encuentro o rehuiste?

3.       ¿Qué papel jugó tu experiencia con Dios en ese encuentro contigo mismo?

4.       ¿Cuáles fueron tus actividades habituales en este tiempo de pandemia?

5.       ¿Qué actividades llevan a una deshumanización en la juventud en la Diócesis?

El padre Ángel explicó de manera eficaz que deshumanización era algo tan sencillo como perder la humanidad, en donde te privas de tu dignidad, valores, dones, libertad. Cuando una persona se deshumaniza es privada de su caridad y del amor, ese amor que se refiere a la verdad y a todo lo que hay en nuestro interior. Hoy en día hay indiferencia, apatía, egoísmo, pero la realidad es que en las respuestas de los jóvenes se pudo vislumbrar que no se están alejando de la Iglesia, de Dios, pues sus respuestas fueron realmente reconfortantes.

Se dice que los jóvenes no reconocen a Dios, que nada que ver a lo que éramos antes, pero como mencionó el padre Ángel, “los jóvenes de ahora se toman más en serio a Dios y lo que buscan es ser libres”.

De acuerdo a sus respuestas, parece que se está haciendo un excelente trabajo, pues los jóvenes se sienten reconocidos, parte de la Iglesia, les gusta que la gente en la calle los saluda y los reconoce y que toman en cuenta sus ideas. Claro que muchos empezaron por razones diferentes a las de acercarse y conocer a Dios, quizá lo hicieron por la música, por el coro, o por ver qué, pero ahora (respondiendo a la segunda pregunta) se han encontrado, muchos tenían problemas, no hablaban de cómo se sentían, pero al tener ese encuentro con ellos mismos pudieron reflexionar y descubrieron lo que les gusta y lo que no, pero sobre todo descubrieron a un Dios de manera diferente. Respondiendo la pregunta tres, han logrado entender que todo pasa por algo y que deben aceptarlo y vivir con eso.

Los jóvenes de hoy se aman a sí mismos, descubrieron su espiritualidad y se sienten motivados a seguir el ejemplo de Dios y ver por otros jóvenes, evangelizarlos, porque si bien algunos en algún momento se separaron, se han percatado que nunca perdieron la fe y que por el contrario, regresaron para dar más.

Fue muy grato escucharlos decir que han descubierto nuevas cualidades en ellos mismos, se acercaron a sus familias, conocieron las labores del hogar, hicieron ejercicio, estudiaron, interactuaron con Dios y nunca dejaron de orar a pesar de que en ocasiones y precisamente por su cercanía a Dios, son juzgados, criticados e incluso etiquetados, pero aceptan con entusiasmo que deben ser auténticos y  que de las cosas negativas se aprende y que incluso si ellos son los que se equivocan, no deben permanecer en el suelo, no siempre deben estar remarcando sus pecados, sino que deben reconocer que es lo que los deshumaniza, aceptarlo, dominarlo y cambiar.

miércoles, 11 de marzo de 2020

+Guillermo Ortiz Mondragón.


CUARESMA CAMBIO CONQUISTA


Cuaresma, para los católicos, significa tiempo de purificación, de recomenzar
desde Cristo, hacia una vida más plena bajo la acción del Espíritu Santo,
como una opción libre, consciente, muy personal, por encima de cualquier
otra cosa.
Cuaresma es un término que tiene relación con el 40, número que señala en la
Escritura varios acontecimientos que invitan a un cambio profundo: el diluvio,
el camino de 40 años en el desierto, el camino del profeta Elías.
Cuaresma, que implica cambio, señala también los 40 días de Jesús en el
Desierto para ser tentado, superando la caída de Adán y Eva, es decir de la
humanidad, para recuperar la dignidad y la libertad de los hijos de Dios.
Cambio entonces no es sólo un ropaje externo distinto, o unas prácticas
nuevas, o volver al templo y ya. Cambio significa una acción interior que se
refiere a la vida toda, con una nueva orientación de su sentido. ¿Para qué
vivir?
Cambio, por tanto, implica una apertura a quien nos ha dado la vida y, en
consecuencia, nos señala el sentido de ésta. Reorientar nuestra vida desde la
vida de Cristo, con la decisión de que asumamos su Palabra, su mensaje, su
doctrina…
Cabio es “alcanzar y transformar con la fuerza del Evangelio los criterios de
juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de
pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad,
que están en contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación”
(E. N. 19).
Conquista, entonces, de nuestra identidad, bajo la acción del Espíritu Santo
que actúa en Cristo y en cada uno de nosotros, para ser en verdad iluminados
por Cristo, santificados por el Espíritu, en verdad hijos de Dios, miembros de
la Iglesia.

Conquista de un nuevo modo de vivir a partir del amor gratuito, enlazado con
la verdad en todos sus aspectos, la autenticidad de vida, la libertad interior y
no caer en el temor del mundo: qué dirán, tengo que quedar bien, puedo
aprovecharme.
Conquista de la comunión como Iglesia para ser signo de Cristo Resucitado en
el mundo, promoviendo la vida desde el evangelio que en concreto está en
términos de la justicia, la reconciliación, el perdón, la paz, el cuidado de la
casa común.
Cuaresma, cambio y conquista, son tres palabras claves para vivir este tiempo.
La ayuda que el Señor nos da está en otros tres elementos que necesitamos
recuperar y a los que hemos de dar su lugar preponderante.
La Palabra de Dios, porque Dios nos habla. Escucharla, meditarla, para
entenderla y no contaminarla de ideologías, pensamientos personales,
tradiciones que nada tienen que ver con Ella. Purificarnos por la Palabra.
La Liturgia, como lenguaje no verbal de la Iglesia, que, por signos, gestos,
símbolos, nos va llevando de la mano en el crecimiento interior, hacia una
vida en Cristo purificada por el Espíritu Santo en la Iglesia, un encuentro
personal y humanizante.
La Comunión, como expresión de vida fundamental del seguimiento de Cristo
para crear el signo de su presencia viva. Amor de unos a otros, amor a los
enemigos, amor de servicio a los pobres, marginados, víctimas.
Desde nuestra Madre de Guadalupe podemos hacernos un propósito. Seguir
construyendo la Casita que nos pide especialmente para los más desvalidos.
Casa que sea centro de escucha en la parroquia y todo centro evangelizador.
Una buena Cuaresma nos lleva a una buena Pascua, en donde el signo de
Cristo Resucitado son los renacidos por la iniciación cristiana, la comunidad
eclesial, y el Cirio Pascual. Vivamos el camino de la Cuaresma como Iglesia
viva.


lunes, 1 de abril de 2019

40 años al servicio de Dios




Por: José Ángel Alarcón Coss
Mónica Rubalcava Morales                                                                                                                                                                                                               
El 01 de abril de 1979, un joven vecino de Xalostoc, Ecatepec, se ordenaba sacerdote, su nombre: Jesús de Guadalupe Olmos, desde siempre soñó con ser misionero y representante de Dios en la tierra.
En su actual comunidad, la del Espíritu Santo, en Coacalco de Berriozábal, ha sido proclamador de la fe, dando muestras de bondad, paciencia y sinceridad, cumpliendo la voluntad del Padre de modo diverso; como San Juan Pablo II quien fue ‘el hombre que no se bajó de la Cruz’, esa Cruz que es el camino de la santificación personal, más hay que recordar que Cristo mismo nos ayuda y estando con Él no hay lugar para la tristeza.
Las circunstancias adversas y su dolor físico no fueron suficientes para hacerlo claudicar “Suplo en mi carne —dice el apóstol Pablo, indicando el valor salvífico del sufrimiento— lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia”; el Padre Olmos pudo haberse retirado, pero tampoco se quiso bajar de la Cruz, y esa actitud nos inspira a muchos. Jesús de Guadalupe Olmos, al igual que otros sacerdotes también enfermos y entregados a su ministerio, es feliz y vive una vida plena dando testimonio de cómo seguir adelante, todos ellos son verdaderos ejemplos de fe, humildad, servicio y herramienta para el bien de la Iglesia.
El Padre Olmos, ha cambiado la vida de muchas personas desde que comenzó como sacerdote, y ha ido acumulando gente que lo aprecia; ahijados por doquier, siempre ayudando a la construcción del Reino de Dios.
En estos tiempos de retos tan adversos, necesitamos una luz que ilumine nuestro camino y él para nosotros es esa luz. Padre Chuy, siguiendo el ejemplo de sus padres, quien desde pequeño sintió el llamado de Dios, cumple 40 años de ser y de hacer lo que más ama.
Su historia se sigue escribiendo…
¡Feliz XL Aniversario Padre Olmos!

viernes, 25 de enero de 2019

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS








“Actúa siempre con toda justicia”, es el título que lleva la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que se celebra del 18 al 25 de enero; en este año, los materiales de oración fueron encargados a los cristianos de Indonesia.
Esta oración es costumbre realizarla el día de la conversión de San Pablo Apóstol, el 25 de enero, pero éste año se ha movido la fecha debido a la Jornada Mundial  de la Juventud Panamá 2019 en la que el Papa Francisco participará. 
En la cita bíblica donde se nos recuerda la conversión de San Pablo que fue derribado del caballo en su camino a Damasco por una luz del cielo que brilló sobre él y sus compañeros, quedando ciego y, después de escuchar la pregunta ¿Saulo, Saulo, por qué me persigues? y dándose cuenta que quien le preguntaba era el mismo Jesús, decide convertirse al cristianismo.
Se trata de un tiempo dedicado a la oración por la unidad de todos los bautizados, desde el hemisferio norte hasta el hemisferio sur, teniendo flexibilidad en las fechas, a fin de expresar el grado de comunión para orar juntos.
Con las palabras del sumo Pontífice dichas en la Audiencia General  del 16 de enero: -“también este año estamos llamados a rezar, para que todos los cristianos vuelvan a ser una única familia, coherente con la voluntad divina que quiere que todos sean una sola cosa”- nos invita a preparar   nuestro corazón y disponerlo para la oración por la unidad.
Cada año se da un tema para la Semana de Oración, y recordando los correspondientes al pontificado del Papa Francisco que fueron: en el año 2014 ¿Es que Cristo está dividido?, para 2015 fue “Jesús le dice: Dame de beber”, en 2016 “Destinados a proclamar la grandeza del Señor”, y el año pasado 2018 “Fue tu diestra quien lo hizo Señor, resplandeciente de poder”, y ahora en 2019 “Actúa siembre con toda justicia”.

jueves, 2 de agosto de 2018

Semana de la Juventud Decanato de San Pablo Apóstol


Del día 22 al 29 de julio se llevó a cabo en la parroquia san Pablo apóstol la Semana de la Juventud. Se inauguró el evento con la Celebración Eucarística a las 12:00 del día. Posteriormente, se dio apertura a la kermesse, en donde los alimentos y la música propiciaron un ambiente festivo que llevaron a experimentar la alegría de la Iglesia. Para acompañar este ambiente se hicieron presentaciones culturales de danza y se llevó a cabo un concurso de canto, mostrando a la comunidad los carismas que Dios había dado a cada joven concursante. 
Los días lunes a jueves, se llevaron a cabo diversos talleres, presentados y organizados por la Pastoral Juvenil del Decanato. Donde los jóvenes pudieron descubrir sus habilidades por medio de danza, manualidades y actividades físicas, para cimentar en la juventud un carácter activo lleno de esperanza y fortaleza. Se presentaron, además, diferentes películas con enseñanzas, como la importancia de hacer de nuestras vidas un reflejo de lo que Jesucristo nos enseñó. El jueves, por la tarde, se realizó la Hora Santa, buscando llevar a los jóvenes a un encuentro con el Dios que los ama infinitamente a pesar de sus faltas.  
El viernes, se dieron a conocer las presentaciones de cada uno de los talleres mostrando así el trabajo realizado en los días anteriores. Junto con un concurso de rap, por el cual pudieron expresar sus anhelos y esperanzas. Los jóvenes participaron con gran alegría y así mismo, lograron atraer a algunos miembros de la comunidad para participar de ello.
El día sábado comenzaron los torneos deportivos de basquetbol, futbol y natación. Con cuales se quería motivar a los jóvenes a integrar actividades que aprovecharan para su salud y crecimiento personal.
Se concluyó el día domingo, con la Celebración Eucarística, los concursos de grafiti y fotografía, una vez más con el objetivo de manifestar la exorbitante cantidad de talento que rodea a nuestros jóvenes. Finalmente, un concierto de música católica, con el cual los jóvenes y la comunidad pudieron alabar a Dios. Fue así como se vivió la Semana de la Juventud.


  Primer día de la Jornada Digital Cuautitlán Por: Mónica Rubalcava Con una audiencia de aproximadamente 129 participantes se inició la ...